Lo primero que llama la atención de Bulgaria es su rico yogur ( nada que ver con el de la señora del jroña que jroña) y no porqué sea lo más importante, sino porqué es la base del desayuno y es lo primero que te da tiempo a probar. Parece ser que es una tradición que llevaron los turcos, al igual que a Grecia por mucho que se empeñen los griegos y lo hayan bautizado como griego. Pero hay que tener cuidado porqué engorda y está riquísimo.
Toda la gastronomía búlgara engorda, estofados, mermeladas, y yo creo que hasta las ensaladas.
El país está empezando a abrirse al turismo y la verdad que merece la pena ser descubierto por los que nunca han ido y redescubierto por los que estuvieron en el pasado. Según cuentan los búlgaros y los turcos ( que son los que manejan el cotarro del turismo y del juego ) las cosas han cambiado mucho porqué el capitalismo parece ser que da mucho juego y el país merece la pena.
Que quieres turismo cultural, pues a visitar los monasterios de Rila y Bansko. Que quieres esquiar pues a Borovets y a pelearte con el monte Vitosha. Que quieres sentirte transportado al pasado, pues a viajar al casco histórico de Plovdiv con sus casas con reminiscencias otomanas. Tampoco hay que olvidarse del pasado romano y darse un paseo por el bien conservado teatro.
Sofia es una ciudad no muy grande pero está empezando a recuperar el encanto de las capitales del imperio austro-húngaro. El centro bastante limpio y en un proceso de rehabilitación de edificios a marchas forzadas. Tiendas de marca a precios asequibles. Como ejemplo sirva que los Geox rondan los 45 o 50 euros y muchas otras marcas a mitad de precio.
La vida social nocturna gira en torno al juego en los casinos de los hoteles y en las discotecas de mas o menos lujo donde es habitual ver a toda una fauna variopinta capitaneada por los guardaespaldas de los “negociantes” mas influyentes y su corte de “acompañantes” que prefieren ejercer de mujer florero antes que trabajar en la oficina porqué está mucho mejor remunerado y de entrada ofrece muchas mas posibilidades de “promoción interna”.
En cualquier caso es un viaje del que no volveréis decepcionados incluso si sois de sitios más importantes que Corral y estáis mas acostumbrados que los corraleños al cosmopolitismo y al glamour.
Y que no se os olvide que Bulgaria es el país de las rosas y podréis comprar mermelada de rosas, agua de rosas, perfume de rosas, jabones de rosa ( muy bonitos por cierto), etc. etc.
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